top of page
Nunca es fácil condensar en un único artículo todas las experiencias, aprendizajes, hazañas, emociones y demás por las que puede pasar un Centro de Estudiantes del San Ignacio (CESI). Comenzando por el hecho que un CESI suele estar compuesto por un grupo de amigos que decidieron aventurarse, formar una plancha y dar su mejor esfuerzo por crear un año escolar inolvidable para el resto del alumnado. Es evidente, que un grupo de alumnos de 15 a 18 años tiene mucho que aprender. El camino suele ser complejo y con muchos retos. Pero esto es precisamente lo que hace ser parte del CESI algo tan especial.
La verdad, creo que la mejor forma en la que puedo empezar esto es con una breve anécdota sobre mi experiencia en V año y como presidente del CESI en el año escolar 2019-2020. Un viernes 13 de marzo, fui al colegio como un día más, me puse mi chemise beige y llegué justo a tiempo para mis clases. En el tercer bloque, estaba trabajando en un proyecto de Geografía cuando llega Perro y anuncia que íbamos a salir temprano del colegio ese día porque el nuevo virus chino estaba empezando en Venezuela. Mis amigos y yo salimos felices de clases al enterarnos que además íbamos a tener vacaciones por dos semanas! No lo podía creer, me quedaba de perla porque honestamente estaba un poco cansado mentalmente y sentía que ese break me dejaba encaminado para volver a clases en abril y organizar la mejor semana colegial en la historia del Colegio. Poco sabía en ese momento, que esa mañana fue la última vez en mi vida que me volví a poner mi chemise beige para ir al Colegio. En pocas palabras, acababa de tener mi último día de clases y ni siquiera me había dado cuenta. No me despedí de nadie. No le dí las gracias a todos mis profesores por soportar a mi promoción 93 por tanto tiempo y ni siquiera pensé dos veces lo que estaba pasando.
Sé que puede sonar un poco trágica la historia si la cuento así, aunque les prometo que lo último que quiero con esto es que dé lástima o suene como algo triste. De hecho, precisamente para esto es que estoy escribiendo este artículo: para que quede plasmado y documentado, algunas de las miles de historias que se han vivido en el San Ignacio y que afectaron radicalmente a un CESI. De nuevo, hasta ese momento no lo sabía, pero ese día se desmoronaron completamente los proyectos que teníamos planeados para lo que quedaba de año.
Aquí empieza la parte “bonita” de la historia, pero la realidad es que no hay final feliz sin que primero exista un problema. Las oportunidades más grandes surgen de las adversidades más grandes, y así lo fue el Covid para nuestro grupo. Pero este CESI fue mucho más que solo marcado por el Covid, así que voy a recordar algunos de los momentos más memorables hasta llegar al punto del que acabo de hablar. De hecho, ese año fue probablemente la primera vez en la historia que solo una plancha se postuló al CESI. Empezó con una plancha llamada Unidos compuesta por Diego Aular (Tesorería), Carlos Guillermo (Cultura), Santiago Mattar (Deporte), Eugenia Benshimol (EDASI), Alexandra Courtois (Acción Social), Rodrigo Martinez (RRPP) y yo Diego Caballero (Presidencia). Trás una campaña luchando contra el voto nulo, logramos ganar los 7 directivos. Volviendo a ver todo desde el futuro, era obvio que ese año iba a ser todo menos “normal” tomando en cuenta la forma en la que fuimos electos
El año empezó bastante bien, logramos organizar un excelente Festival de Gaitas, con Guaco como artista principal invitado y el grupo de gaitas de la 93 con su temática del fuego. Hasta ese momento, fue el Festival con mayor ganancia de la historia, logrando vender más de 6000 entradas a $10 cada una y generando un ingreso neto de casi $40,000. Algunos de los proyectos más memorables de la parte presencial fueron:
1. El seminario con el Presidente Interino del Momento, Juan Guaidó
2. Recreo Diferente donde todo bachillerato salió 45 minutos antes de clases para ver a la banda Anakena tocar
3. Recuentos semanales con todo lo que hizo el CESI esa semana para que los alumnos estuvieran al día e involucrados
4. Copa Centenario con Patrocinadores y Recolección Navideña de regalos para OSCASI
Cuando empezó la pandemia y nos dimos cuenta que iba para largo, es que hubo una palabra que fue más clave que nunca: adaptabilidad. Teníamos dos opciones, cruzarnos de brazos y quejarnos con la vida por ser injusta y no dejarnos hacer nuestros proyectos y gestión como habíamos planeado, o tomar acción y afrontar el reto que se nos dió. Aunque es obvio ahora que la respuesta fue la segunda, en ese momento no fue nada obvio. Fueron días de mucha confusión e incertidumbre, nadie sabía que iba a pasar. Pero por suerte somos venezolanos y estamos acostumbrados a eso. Además, precisamente es por eso que el alumnado votó por nosotros, confiaron en que éramos capaces de encarar cualquier reto que pudiéramos encontrar en el futuro. Por supuesto nunca imaginé que iba a ser un virus mutante chino que iba a llevar al mundo al borde de la locura.
A partir de aquí, empezó el CESI virtual que siguió hasta la gestión de Philip Henriquez, el siguiente presidente y mi sub-directivo en ese momento, cuyas elecciones inicialmente no se pudieron hacer y se tuvo que crear un CESI de Transición (sin precedente), pero eso lo podrá contar él. Inició la campaña Ignacianos Unidos (de hecho aún sigue en el instagram del CESI por si la quieren ver), con el objetivo de mantener la comunidad ignaciana fuerte, unida y activa a través de las redes sociales. Es el proyecto del que más estoy orgulloso. Iniciamos trivias semanales sobre el Colegio, su deporte, cultura y más, dando premios por delivery a los ganadores. Lanzamos el Loyola 's Got Talent Online donde el alumnado tuvo la oportunidad de compartir sus talentos con la comunidad. Se hizo un torneo de FIFA donde participaron alumnos de todas las promociones. En todos estos concursos, se podían sumar puntos al ganar, donde cada promoción iba acumulando puntos para ganar la competencia de mejor promoción en la Semana Colegial. Incluso, se hizo un IV vs V online, el primero y único hasta ahora, donde la promoción 94 logró llevarse la copa virtual dándole su primera y única derrota a la, hasta entonces invicta, promoción 93. Todo esto y más fueron parte de los esfuerzos de resiliencia, adaptación y dedicación de nuestro centro de estudiantes. Un grupo que se rehusó a conformarse y a aceptar la derrota. En cambio, transformamos una situación sumamente compleja en la Semana Colegial, técnicamente, más larga hasta el momento y una que seguro no olvidarán.
Me prometí que iba a hacer un artículo más corto, pero todos los que me conocen saben que no se me da bien sintetizar y suelo hablar más de lo que me gustaría (como buen Presidente), pero ahora si voy a terminar el artículo. Solo les quiero dejar 3 cosas a quienes leen esto. Uno, disfruten cada instante en el Colegio, nunca lo aprecias realmente hasta que te das cuenta que se acabó. Dos, participen en todas las instituciones, actividades y proyectos que puedan, hagan que el Colegio sea un mejor lugar solo porque ustedes pasaron por ahí. Tres, lo más importante son los amigos. Después de haber vivido un año de locos como Presidente y haber quedado muy satisfecho con mi gestión, lo que más orgullo me da y lo que no cambiaría por nada, son las personas con las que hice todo lo que les conté. Con una buena sonrisa puedo decir que hoy día los sigo llamando hermanos y que son el mejor regalo que me dio el Colegio.
Call
Follow
En todo amar y servir;
123-456-7890
DIEGO CABALLERO
bottom of page