NUESTRA MISIÓN
EDASI es el órgano de comunicación del colegio, Ecos de alumnos San Ignacio. Estamos acostumbrados a escuchar esta definición tan cuadrada de la institución que con el paso del tiempo se olvida o no se le presta la atención que se le merece. El EDASI, realmente, es una institucion para comunicar y expresarse a través del arte, este arte se expresa a través de la fotografía, diseño, video y redacción.
Nuestro proyecto más grande y conocido por todos es la revista anual, una revista que documenta lo que pasa en todo el año, sin embargo, también creamos dinámicas para escuchar lo que el colegio quiere expresar.
Existen muchisimas cosas más sobre el edasi, por eso los invitamos a seguirlo, escuchar los ecos de los alumnos y no dejar su llama de creatividad desaparecer.
NUESTRO VISIÓN
El EDASI tiene como objetivo principal comunicar lo que ocurre en nuestro colegio día a día, a pesar de esto, como institución queremos lograr encender la llama de la creatividad en cada alumno, para así mismo lograr llegar a cada espacio del colegio mediante el arte y la pasión por este mismo.
NUESTRA HISTORIA
El EDASI, actualmente, es la institución más antigua del colegio. Contamos con 90 años de pasión por el arte, es por esto que causa curiosidad saber cómo empezamos esta gran familia, ¡entérate en el siguiente párrafo! (Pon lo que quede mejor según la organización) Actualmente es imposible encontrar a una persona que haya vivido o recuerde la aparición de EDASI. Es interesante observar que cada vez son más los actuales, y aun antiguos alumnos, que se interesan vivamente por conseguir la colección completa de la Revista. Y es muy de sentirse que sea imposible el obtenerla, debido a no existir ya ningún ejemplar de alguno de los primeros números, y aun de otros, escasísima cantidad.
¿CÓMO EMPEZÓ EL EDASI
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Creemos que bien se lo merece ella, que con tanto afán y constancia ha sabido mantenerse fiel en su puesto durante estos años, y ha procurado hacerse cada día más acreedora al cariño y atención de los lectores que anualmente la compran. Allá por el año de gracia de 1924, desde un aposento del viejo caserón que existió en el sitio del actual frontón, empezó a darse a conocer entre los colegiales del San Ignacio, una hojita impresa, formato pequeño, de cuatro páginas, sin muchas pretensiones de arte tipográfico o literario. Se llamaba valientemente "YO PUEDO SER APOSTOL".
Welcome
Contrastaba notoriamente si presentación sencilla, con el arrogante título que empezaba a gastarse ya desde su aparición. La hojita iba viviendo, a veces había oscilaciones. Los haberes monetarios no llegaban. La imprenta no cumplía. Había que tener verdadera humildad para a hojlta, o folleto, consiguiera seguir adelante en la empresa comenzada. Esta pequeña hojita poco a poco escaló a lo que hoy en día conocemos cómo la revista anual del EDASI, a pesar de esto la institución tuvo una historia diferente.
Se pensaba la manera de hacer a la hojita tomar forma definitiva. No había que pensar en resucitar al “Yo puedo ser apóstol” Su título y su carácter esencialmente misional, no podía adaptarse a ser el órgano de todas las actividades del Colegio. Hubo que decidirse a romper por camino nuevo, para así tomar por sorpresa al colegio con: LA OPINION COLEGIAL. Presentarle sin más una revista, sencilla, modesta, al alcance de cualquier bolsillo; pero, eso sí, saturada en contenido y en estilo, y en ambiente, y en todos los otros pormenores, de espíritu de colegio, del San Ignacio, de lo que sus alumnos, su público lector, hablaba y hacía y jugaba. Esa era la idea de cómo iba a ser la revista. Y ¿cómo empezar? Y ¿cómo lograr ese primer paso, del cual dependía el fracaso o el triunfo total?
Hablando y hablando se llego a el acuerdo que el titulo de la seria ultra moderno, como empezaban a serlo las palabras formadas con las iniciales de entidades y asociaciones ¿nuestra revista sería portadora de los ECOS de los alumnos del San Ignacio? Pues de ahí salió el nombre: E(ecos) D(de) A(alumnos) S(san) I(Ignacio) y después de repetir varías y muchas veces EDASI, EDASI el oído se fue acostumbrando a la nueva palabra.